La procesionaria, un peligro mortal para los perros
16 de Enero de 2017

Todos los años, al acercarse el final del invierno, quienes trabajamos en cualquier veterinario de urgencias de Fuenlabrada tenemos que prepararnos porque va a dar comienzo la época de las orugas y eso significa que, a lo largo de las próximas semanas recibiremos algún caso de picaduras de estos insectos. Algunas orugas, especialmente las de una especie conocida como procesionaria, coincidiendo con el final de los días fríos  descienden de sus nidos en largas hileras en busca de un lugar donde enterrarse, tejer sus capullos, y poner sus huevos.

Estas orugas en concreto tienen el cuerpo cubierto por millares de pelos que contienen una sustancia muy peligrosa para los perros. Los perros, movidos por la curiosidad, tratando de averiguar qué es esa fila larga de bichos que se mueven, tratan de olisquearlos y, al hacerlo, su hocico entra en contacto con esos pelos y loa reacción que provocan es prácticamente inmediata.

El perro comienza a salivar y a lamerse, como resultado que algunos de estos pelos se le pegan en la lengua y la garganta, que comienzan a inflamarse de forma que, en apenas unos minutos, el perro puede llegar a asfixiarse hasta morir. Al contacto con las mucosas, la lengua puede reaccionar formando ampollas y úlceras. En los mejores casos, el perro termina por perder parte del tejido de la lengua por causa de la necrosis de los tejidos.

Si tu perro se ha acercado a una de estas filas de orugas y comienza a aullar o a tocarse el hocico con las patas, no pierdas un segundo y tráelo de inmediato a un veterinario de urgencias de Fuenlabrada donde, sin tardanza le administraremos los medicamentos necesarios para frenar la inflamación.

Como medida de prevención, desde la Clínica Veterinaria Parque de los Estados te recomendamos que evites con tu perro las zonas de paseo en las que haya pinos, abetos o cedros.

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